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lunes, 22 de septiembre de 2014

Literatura e investigación

Literatura e investigación
Estudian las huellas del neopolicial en la sociedad contemporánea
Vie, 19/09/2014 - 08:52
Investigadores de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) realizaron un análisis del género policial desde sus orígenes hasta la actualidad Latinoamericana.

En un recorrido por autores y series policiales, el equipo investigación dirigido por el magíster Fabián Mossello abordó las huellas discursivas en las obras de Doyle, Kafka, Chesterton y Dürrenmatt, hasta llegar a los contemporáneos en Argentina como Ricardo Piglia y Claudia Piñeiro.

El trabajo, que fue editado por Eduvim en “El discurso del policial. Reconfiguraciones del género en la sociedad contemporánea”, recorre un abanico de nombres, estilos, obras y épocas que representa, además, lugares claves en la historia del policial desde el siglo XIX a la actualidad.

A través de una mirada interdisciplinaria, la investigación planteó un estudio de las prácticas policiales contemporáneas para problematizar, luego, cuestiones propias del género, en especial “las continuidades y rupturas con las formas dominantes dentro del campo literario en las variantes de enigma, negro, espionaje, suspenso, neopolicial, entre otras”. Además, el texto buscó visualizar cómo estas prácticas manifiestan la emergencia de nuevos conflictos sociales.

A partir de esos datos, la investigación se centró en rastrear los orígenes del policial en Argentina hasta la contemporaneidad y hallar las nuevas configuraciones de la matriz tratando de ligar los campos de experiencias: la teoría literaria y la reconfiguración de lo social desde lo policial.

“El trabajo abordó la aparición de ‘Triste, solitario y final’, de Osvaldo Soriano, y sus proyecciones en el espacio de la novelística policial argentina de las últimas décadas, particularmente después de la crisis del 2001, años en los que se visualiza una ‘eclosión de escrituras’ adscriptas al llamado neopolicial que reúnen características enunciativas novedosas, tanto en la reasignación de roles y lugares para las piezas claves del género, como por su capacidad para la lectura del mapa societario argentino contemporáneo y su creciente complejidad”, explicó Mossello.

En tal sentido, el proyecto se basó en las reflexiones del escritor chileno Ramón Díaz Eterovic para asegurar que “el relato neopolicial está en consonancia con la emergencia de dicho formato discursivo en el contexto de la literatura hispanoamericana a partir de las novelas de Osvaldo Soriano”.

El policial latinoamericano
La hipótesis de trabajo se sostuvo en que “el policial podía leer no sólo problemas literarios estéticos, sino nuevas subjetividades, nuevas identidades, nuevas formas del crimen, y nuevas formas de resolverlo”, ya que es un género que nunca estuvo desconectado de lo real.

“Algunos autores señalan que desde ‘Triste, solitario y final’ hay una relectura del policial de algunas instituciones del Estado, el crimen organizado y cierta formas de connivencia. Además, los artículos que hablan sobre realidad social y el policial sirven para analizar una buena cantidad de policiales que trabajan con temas de la agenda delictiva y hacen hipótesis ficcionales relacionadas a la trata de personas, a relecturas de los desaparecidos, hijos, nietos y los Derechos Humanos”, agregó Mossello.

La búsqueda de modelos vernáculos de narrativa detectivesca más verosímiles con la realidad compleja de la cultura latinoamericana, llevó a muchos autores a desarrollar escritos ajustados a la particular manera de entender el delito, buscar la verdad y suturar, de algún modo, la brecha social abierta por el crimen. Según el director de la investigación: “los escritores de la novela detectivesca latinoamericana necesitaban readaptar la matriz genérica a nuestras maneras de narrar sobre el crimen. En los años ’80 se mete de lleno con la criminalidad, reconfigura los clásicos e incorpora matices propios como la presencia de detectives amateurs o policías con cierto grado de fracaso que asumen el papel investigativo en un contexto donde todo está teñido de sospechas”.

Al ser consultado sobre la expansión del género en la actualidad, Mossello indicó que por lo general está vigente, porque se metamorfosea y tiene un sentido de transposición hacia otros lenguajes como la televisión, el cine y el teatro.

Cabe destacar que del trabajo participó como codirectora Marcela Melana, y como investigadoras Miriam Divito, Gabriela Sarasa y Verónica Peretti. También incluyó un artículo bilingüe de Stephen Blair.

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